Mi éxito como abogado de inmigración se debe, en gran parte, a mi procedencia. Soy hijo de inmigrantes de la República Dominicana. Aunque nací en Nueva York, pasé mis años de formación en la República Dominicana. Allí desarrollé una comprensión profunda de las luchas que individuos y familias padecían a diario para crear un mejor futuro.

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Mis padres no fueron diferentes en sus aspiraciones. Viendo mayores oportunidades en los Estados Unidos para sus propios hijos, regresaron a los Estados Unidos. Aproveché al máximo esas oportunidades, graduándome con honores de la escuela secundaria y la Universidad de la Florida.

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Luego, busque desempeñarme en una carrera en la cual podria ayudar a individuos tales como los que conocí en la Republica Dominicana.  Por eso decidí estudiar derecho y posteriormente fui aceptado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Miami. Después de mi graduación me convertí en un defensor de los inmigrantes. Trabajé con éxito en el condado de Broward con una coalición de inmigrantes y grupos comunitarios para evitar la implementación de ordenanzas antiinmigrantes basadas en la "ley Arizona" (SB-1070) y bloquear la construcción de un centro de detención propuesto en Southwest Ranches.

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La pasión y la atención que aplico a mi trabajo como abogado de inmigración es el resultado directo del camino que he recorrido.  Conozco las esperanzas y los sueños que surgen con cada solicitud que preparo para mis clientes. Mi trabajo es hacer realidad esos sueños para ellos tan seguramente como lo hicieron mis padres para mí.